miércoles, 28 de enero de 2015

Defensas de la vida



Olivia, cuando estaba creciendo, era una niña retraída, silenciosa. Quería pasar desapercibida y crear el menor disturbio posible en la vida de los demás. Su padre era uno de esos "ausentes" y su madre, demasiado presente. Ella amaba de él que podía extrañarlo, amaba de ella, que podía apoyarla y rescatarla cuando más lo necesitaba. Tan solo los necesitaba a ellos y ella era el mundo para sus padres. Nació su hermana y eso fue importante, hubo enojo, hubo lágrimas, pero había mucho amor. Lo soportó. Su padre se ausentaba y eso era lo que perturbaba su calma. Las horas de llanto, quizá, eran la peor parte para la madre. Y en un final, esto distanció a la familia. El padre estuvo, pero al mismo tiempo se alejó de a pocos, y cuando las niñas crecieron lo suficiente, las dejó para no volver. Olivia, con dieciséis años, quiso ignorar el dolor de la partida y optó por hacer de cuenta que su padre seguía con ella. Se levantaba cada día, pensando en que iría a saludarlo a la cocina y, cuando no lo encontraba ahí, se decía a sí misma "quizá salió a trabajar, volverá". Con el tiempo, empezó a asimilar la situación y cada vez que no encontraba a su padre en las mañanas, empezaba a llorar durante un rato en la cama de sus padres, acompañada de un osito de peluche, recordando lo que sentía cuando era más pequeña. (Regresión). Su madre, intentaba mantener el orden familiar. Ella, después de tantos años de matrimonio, se sentía devastada y cada vez que escuchaba una canción que le recordara a esos tiempos, se iba inmediatamente del lugar, diciendo que odiaba ese tipo de música. (Condensación). Después de uno o dos años, la madre de Olivia decidió que lo mejor para las tres, era alejarse de la ciudad y no volver a hablar del tema o con la familia del padre. (Aislamiento). Pero esto ya había pasado antes. El padre las había dejado solas, ya en otra ocasión, y Olivia solía recordar esta época cuando estaba triste... Esa vez, hace tantos años, cuando Olivia tenía cinco años, y su padre partió durante tres años, la vida fue casi normal para las tres. Tuvieron que sobrevivir de aquello que la madre ganara en el único empleo que pudo tener. Uno donde el dinero no era lo más reconfortante, pero era suficiente para las exigencias básicas de una pequeña familia. La madre de Olivia llegaba muy tarde después del trabajo. Olivia y su hermana aprendieron a cuidarse mutuamente, pero como hermana mayor, tuvo que crecer bastante rápido, teniendo que encargarse de responsabilidades que no le corresponderían a una niña de su edad. Después de un largo día de trabajo en aquellos tiempos, Olivia y su hermana estaban en casa esperando a su madre, cuando, por fin, ella llegó... Y muy molesta porque Olivia y su hermana no habían cumplido con algunos deberes del hogar, decide castigarlas cruel e injustamente. Ese día, en el trabajo, su jefe se había molestado con ella, y tuvo un tratoinjusto, menospreciando el trabajo que la madre de Olivia hacía con tanto esfuerzo. (Desplazamiento)​. Olivia vivió todos esos años de ausencia intermitente de su padre, creyendo que era su culpa. Siempre pensó que ella era responsable de lo que su padre había hecho. Quizá ella no era suficiente o su presencia nunca lo fue para él. En otras ocasiones inventaba en su cabeza una explicación razonable para tranquilizarse. Se decía a sí misma que su padre era libre de hacer lo que quisiera, y que en el fondo sentía que era mejor estar sola, porque finalmente "¿quién querría un padre que siempre estaba ausente?". (Racionalización). Después de esos momentos en los que Olivia recordaba su pasado, se sentía muy consternada por cómo estaba resultando su vida. Ella no quería eso para ella, pero tampoco podía cambiarlo. Era la impotencia lo que la frustraba en el interior, y es por esto que decide solucionar sus sentimientos de culpa, siendo fuerte y demostrando ante los demás que no había nada en el mundo que pudiera derrumbarla, cuando en el fondo, habría dado la vida por una familia. (Formación reactiva). Al partir su padre, Olivia terminó el colegio, conoció a alguien quien, aunque no lo supiera aún, cambiaría su vida. Jorge era un chico apuesto, agradable, inteligente y seguro de sí mismo. La hacía sentir segura y siempre decía las cosas correctas en el momento correcto. Olivia sentía que su vida por fin resultaba como siempre había querido. Amaba cada cosa de estar enamorada, aunque no lo amara a él. Cuando estaban juntos, su vida ya no era una carga de culpas, todo era más fácil y nunca sintió la necesidad de volver a pensar en sus problemas. Después de algunos meses en los que Olivia sintió que su vida era más liviana y bonita, Jorge decide partir sin ninguna explicación, para después decir "ya no te quiero igual". Olivia no sabía cómo mantener su mundo en pie. Lloró como jamás lo había hecho ni lo haría por nadie más. Lloró por Jorge, lloró por su padre y sintió, por primera vez desde La partida, lo que se sentía ser abandonada sin poder inventar una explicación. Su pequeño mundo ideal se había derrumbado ya dos veces y esto jamás podía volver a sucederle. Sintió enojo con el mundo entero y quiso culparlo de la situación, sentía que el planeta entero se había confabulado para hacerla sufrir. Y a Jorge, lo veía en todos los rostros extraños, en cada auto gris, en cada hombre que vestía de negro, porque a pesar de todo, deseaba que volviera. (Psicosis). Se prometió un día, no volver a enamorarse. No volver a sentir que necesitaba a alguien a su lado. Tomó ejemplos de personas cuya vida se había destruido y vuelto a construir, para así aprender a ser mejor. (Introyección). Los meses que siguieron, Olivia sintió que las personas de su alrededor eran apáticas, maleducadas y poco comprensivas. Que su actitud frente al amor y a la vida, eran un reflejo de lo que ella sentía que la sociedad le había brindado a ella primero. Era egoísta porque elmundo lo había sido con ella. Pero sólo ella había cambiado. (Proyección). Olivia no quería volver a sufrir. Tuvo que dejar a un lado sus problemas con su padre, porque estaban consumiendo sus pensamientos. Sentía que su mente era un nudo de ideas y decidió enfocarse en una actividad que pudiera desenredar un poco lo que pensaba. Empezó a estudiar en la Universidad. Cuando empezó, estudiaba muchas horas en el día. Era muy organizada con su tiempo y con sus deberes. Todo en su vida estaba tomando un nuevo orden. En su habitación, no había algo que no estuviese en su lugar, cada reloj, cada parte de lo que hacía, debía ser perfecto, porque así su mente quizá también podría ordenarse. (Obsesividad). Cuando su estudio empezó a ser lo primero en su vida, Olivia conoció a una persona que le recordó a alguien de su pasado por cómo la hacía sentir. Su nombre era Samuel. Ella recordó su promesa y no quería romperla porque el amor había sido para ella una experiencia más amarga que placentera. Cada vez que Samuel estaba demasiado cerca, ella debía pensar en cualquier cosa que no fuesen sus ojos, o su boca, o la forma en la que la miraba. Él, a diferencia de otros hombres en su vida, no quería irse de su lado y estaba cuando lo necesitaba. Cada mañana, al saludarlo, ella debía mantener en su interior el deseo de decirle que ella también quería estar con él. (Represión). ​No podía permitirse caer en lo que una vez vivió. Un día, el deseo de decirle lo que sentía fue muy grande, y tuvo miedo de cometer un error al decírselo. Cuando lo intentó, no pudo hablar y ninguna palabra fluyó en la conversación. Olivia estaba completamente muda y quizá voluntariamente, pensó. (Conversión). Constantemente, Olivia ignoraba sus sentimientos hacia Samuel, aunque para él fuese algo evidente. Cuando estaba cerca de él, hablaba mucho y comía más de lo que normalmente comería. No podía evitarlo. (Fijación). Mientras tanto, en su casa, la situación era un poco menos bonita. Su madre se había vuelto a casar, pero no era completamente feliz. Siempre se culpaba de la situación en la que se hallaban sus hijas. A veces, pensaba Olivia, su madre parecía mantener su matrimonio como una forma de castigarse por lo que había hecho mal en su vida, porque así la culpa que sentía al no ser feliz teniéndolo todo y habiendo elegido un mal esposo en el pasado, parecía disminuir (Vuelta contra sí). ​¿Su madre era consciente de esto? No lo sabía del todo. Su padrastro vivía siempre enojado con las personas de su alrededor. Y estaba realizando algunas cosas para "canalizar su energía", como las Artes marciales, mientras pensaba "así podré luchar contra las personas e incluso ganaré un premio". (Sublimación). En cuanto a Samuel. Finalmente la represión de los deseos, la evasión de la situación, la frustración, la apatía, los momentos infantiles de Olivia... Ninguno funcionó con él. En el fondo, jamás pudo negar lo que para ella era correcto. Amó enamorarse de nuevo, y esta vez, amándolo a él también.

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